José de San Martín Visconti Heras nació en Caracas el 30 de diciembre de 1948, para alegrarle la vida a los venezolanos al convertirse en una estrella del periodismo deportivo y además en un animador incomparable. Se hizo muy conocido debido a su trabajo en televisión durante la emisión meridiana de "El Observador" de Radio Caracas Televisión en su segmento deportivo, y más adelante en Meridiano Televisión.
Sus padres fueron Rafael Visconti Seijas y María Teresa Heras. Cuando era niño, sufrió de estenosis pilórica, por lo que fue intervenido quirúrgicamente en lo que se considera la primera piloroplastia exitosa realizada en Venezuela.
Cursó sus estudios primarios en el Grupo Escolar Francisco de Pimentel. A los 13 años ingresó al Seminario Interdiocesano de Caracas, ubicado en la populosa parroquia La Pastora, con la intención de formarse como sacerdote. Pero por cosas de la vida, no llegó a ordenarse, y en 1968 se inscribió en la Escuela de Periodismo de la Universidad Central de Venezuela.
En el año de 1985, el papa Juan Pablo II visitó Venezuela, y Jose Visconti fue el encargado de animar el encuentro realizado en el Estadio Universitario de Caracas, ante más de 70 000 jóvenes católicos, y además formó parte de la comisión oficial que acompañó al Pontífice durante su gira latinoamericana, que culminó en una segunda visita al país en 1996.
En el año 2014 publicó el libro "Francisco: El Papa de los pobres", a través de la editorial Grupo Sexto Poder, sobre la vida y obra del padre Jorge Bergoglio, y su camino hasta convertirse en el papa Francisco.
José Visconti fue diagnosticado dos veces de cáncer, la primera vez en la piel, por un tumor maligno y la segunda vez en la próstata, poco después de dejar la televisión. En el año 2017 fue hospitalizado debido a una isquemia cerebral por tensión alta y logro superar satisfactoriamente estos padecimientos con éxito.
Pero el 6 de enero de 2019, luego de ser operado de urgencia, el periodista, locutor y profesor universitario, falleció en Caracas dejando uno de los legados más destacados, que lo convirtieron en un icono del periodismo deportivo.
Durante años se desempeñó como docente en la Universidad Católica Santa Rosa, donde recibió el título de "Profesor Ilustre". Visconti fue uno de los actores de la película venezolana "Adiós Miami" en el año 1984, un filme de comedia satírica que retrata la corrupción y el derroche de dinero tras la bonanza petrolera que vivió el país durante la presidencia de Carlos Andrés Pérez y la doctrina del "Tá barato dame dos" que imperó en la década de los 70. Allí interpretó el papel de "Ramírez", amigo de la infancia del protagonista, y novio de "Ludmila", una actriz de telenovelas interpretada por Tatiana Capote.
En 1998 tuvo una aparición especial como narrador de noticias en la película venezolana "100 años de perdón". También tuvo sus frases famosas, que nos dejó como recuerdo, entre ellas "Mis deportivísimos amigos", "Sacándola de jonrón" y "Buen apetito, apetito de campeones", la que decía al finalizar sus noticias deportivas al mediodía por el canal 2.
Sin duda alguna, José Visconti nos dejó un enorme vacío en la televisión venezolana, como también en la iglesia católica y en el deporte. Fue una de las estrellas de RCTV que nunca tuvo el más mínimo problema con alguien, escándalo ni chisme, y solo verlo en pantalla, ya llenaba de alegría todo el ambiente. Hasta luego José.
Siempre té recordaremos cómo lo qué fuiste un excelente ser umano y un excelente profesional 🙏🙏
ResponderEliminarFuiddo
EliminarCuantos recuerdos de la venezuela bonita q dejamis ir
ResponderEliminarA sacarla de jonrron!!
ResponderEliminarExcelente persona. Y rechazo un premio de periodismo de hugo chavez porque no le gustaba este gobierno, y tenía razón.
ResponderEliminarEl haber convivido en el observador tantos momentos únicos, me da la fortaleza de seguir viviendo tantos momentos increibles. Fuistes único como compañero, consejero y amigo. Gracias José Visconte
ResponderEliminarBuen narrador Deportivo y de Noticias siempre con una sonrisa se le Recuerda Qepd
ResponderEliminarFue un buen amigo y fuimos vecinos
ResponderEliminarUn magnífico e inolvidable profesor. Que en paz descance.
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