En los años 80 y 90 se hizo algo popular en Venezuela el uso de equipos de Onda Corta o Banda Ciudadana que las personas comunes y corrientes comenzaron a usar para otros fines, que no eran precisamente los de comunicaciones de emergencias. Podríamos decir que fue el nacimiento del Chat analógico.
Los radioaficionados manejaban equipos fijos y hasta portátiles que por cuestiones técnicas llamaban "oncemetros" y hasta ese momento eran utilizados para establecer comunicaciones de emergencia, o cuando había desastres naturales, para coordinar a los miembros de rescatistas.
Sin embargo, es fue convertido por los propios usuarios en lo que llamaríamos el primer chat de audio que existió en Venezuela, ya que las personas conversaban entre sí en un canal para conseguir hacer amistades, y se hablaba sobre cualquier tema, incluso hasta sobre temas de amor y pareja entre los radioaficionados "online", apenas oyendo sus voces. Era muy divertido comprarse uno de estos equipos de radio y comenzar a hablar con gente desconocida, usando apenas algunos códigos muy básicos comenzados por la letra Q y con los que todos se identificaban con algún apodo divertido. Se hacían amigos con tanta facilidad como en un chat de internet, solo que con apenas utilizar la voz para comunicarse.
Ante los altos costos de las llamadas telefónicas, y ni hablar de las llamadas a los celulares, este medio era algo muy económico porque apenas consumía la electricidad de un par de lámparas y sin pagar tarifas ni servicios, por eso era utilizado por tantas personas en sus comunicaciones diarias.
En cada canal podía participar un número ilimitado de usuarios, pero sin "sobremodularse" es decir, cada persona con un corto turno para hablar, que generalmente duraba algunos segundos, lo suficiente para decir frases completas bien comprensibles por todos los presentes en el canal.
Era muy divertido identificar a las personas por la voz, y por la manera de hablar. Existían inclusive niños y abuelos que usaban estos radios para tener una experiencia diferente, lo que probablemente fue el precursor de los chats que conoceríamos en el futuro gracias al internet. Hasta algunas amas de casa lo utilizaban.
Existían algunos canales en estos equipos, que eran relativamente respetados para hacer únicamente transmisiones de emergencias o sucesos en los que podías pedir ayuda a Defensa Civil o a los bomberos si veías una desgracia ocurrir cerca de tu ubicación. Generalmente, se empleaba para eso la frecuencia del canal 7 o el canal 9, que casi siempre permanecían vacíos y con autoridades apenas a la escucha.
Los equipos de radioaficionados fueron muy útiles en algunos desastres naturales ocurridos en Venezuela en los años 80 y 90, ya que se podían reportar situaciones desde lugares en los que no había comunicaciones telefónicas, lo que era una gran ayuda para los rescatistas y bomberos.
Los equipos de transmisión tenían un costo accesible para algunas personas y la instalación no era muy complicada. Una antena exterior, un cable y un equipo con un micrófono como el utilizado por los policías.
Los usuarios usaban algo llamado "QRA" para identificarse, que no era otra cosa que el nombre de la persona, y un QRZ, que se trataba de un apodo o apellido por el que era más conocido. Lo normal para poder manejar estos equipos, era poseer un permiso emitido por el Ministerio de Comunicaciones, al que también llamaban como "indicativos" y consistía en un número radial que generalmente comenzaba por "5YX" o "5YV". Pero ante la falta de fiscalización en esa área, cualquier persona podía utilizar uno de esos radios para comunicarse con otras personas a grandes distancias sin tener que sacar los permisos legales.
Algunos jóvenes empleaban estos radios para conversar con grupos de amigos en línea, en este caso en la onda radial, y se juntaban a determinadas horas en uno de los canales disponibles, básicamente para "echar broma y pasar el rato".
Generalmente, los equipos disponían 40 canales, siendo uno de los más populares para ese entonces, el modelo Cobra 19 plus, o el General Electric. Aunque existía una gran variedad de marcas con mayores o menores características, pero los precios eran más elevados. Algunos equipos tenían algo llamado "canales laterales" en frecuencias específicas, con las que podían con personas a mayor distancia, pero debían tener equipos más potentes o "envenenados", conectar accesorios llamados "Lineales" que aumentaban la potencia de transmisión.
Las antenas también tenían una gran diversidad de nombres, formas y tamaños, ya que existían desde las "mosquitos" que eran simples antenas como las de radio común, pero más largas, las antenas "dipolo" que tenían un polo hacia arriba y el otro hacia abajo, las "pata de gallo" que no necesitan explicación, las bi-direccionales, las denominadas starduster, las antenas de bigote, las de tridente o tripolo direccionales, que más bien parecían antenas de TV pero de mayor tamaño, y muchas otras.
Para aumentar la distancia de envío y recepción de señales, había usuarios que instalaban enormes mástiles de varios metros de altura, con los que lograban incluso llegar a tener comunicaciones con países de Europa, cuando había buen clima.
En realidad, este chat popular de los 90, era efectuado en estos radios, que incluso venían en versiones portátiles que tenían mucho menor alcance, pero el suficiente para comunicarse de punta a punta de Caracas, por dar un ejemplo.
Algunas personas conocían a este medio de comunicación como Banda Ciudadana, ya que eran frecuencias que podían usar todos los ciudadanos libremente, otros lo llamaban 11 metros, u oncemetros, debido a que la longitud del cable que conectaba al radio con la antena, debía ser de 11 metros, o de la mitad de 11 metros, o del doble de 11 metros, por cuestiones técnicas.
Lo cierto es que estos equipos sirvieron para crear muchas amistades entre desconocidos, encontrar pareja y hasta formar matrimonios entre personas que apenas se conocían por la voz.
Cuando ya se generaba cierta confianza entre grupos de usuarios, se hacían reuniones llamadas "Antenazos" que eran efectuadas generalmente en restaurantes de comida rápida como Burquer King o heladerías como Crema Paraíso. Allí la gente que apenas se conocía por la voz, llegaba a conocer a sus interlocutores en persona, y se llevaban el "chasco" porque las voces que se escuchaban en la radio no tenían nada que ver con el físico de las personas, lo que producía un momento bastante divertido entre todos los presentes.
Con la aparición de los celulares y el internet a finales de los años 90, la radioafición dejó de tener esa magia que tuvo durante esos 30 o 40 años anteriores.
Les pedimos a nuestros lectores que si tienen imágenes de estos encuentros, nos las envíen a nuestro correo asieravenezuelaweb@gmail.com para publicarlas en esta misma nota y así recordar lo que fue ese pasado tan magnífico que tuvimos en la Venezuela próspera de los años 80 y 90.
Los radioaficionados manejaban equipos fijos y hasta portátiles que por cuestiones técnicas llamaban "oncemetros" y hasta ese momento eran utilizados para establecer comunicaciones de emergencia, o cuando había desastres naturales, para coordinar a los miembros de rescatistas.
Sin embargo, es fue convertido por los propios usuarios en lo que llamaríamos el primer chat de audio que existió en Venezuela, ya que las personas conversaban entre sí en un canal para conseguir hacer amistades, y se hablaba sobre cualquier tema, incluso hasta sobre temas de amor y pareja entre los radioaficionados "online", apenas oyendo sus voces. Era muy divertido comprarse uno de estos equipos de radio y comenzar a hablar con gente desconocida, usando apenas algunos códigos muy básicos comenzados por la letra Q y con los que todos se identificaban con algún apodo divertido. Se hacían amigos con tanta facilidad como en un chat de internet, solo que con apenas utilizar la voz para comunicarse.
Ante los altos costos de las llamadas telefónicas, y ni hablar de las llamadas a los celulares, este medio era algo muy económico porque apenas consumía la electricidad de un par de lámparas y sin pagar tarifas ni servicios, por eso era utilizado por tantas personas en sus comunicaciones diarias.
En cada canal podía participar un número ilimitado de usuarios, pero sin "sobremodularse" es decir, cada persona con un corto turno para hablar, que generalmente duraba algunos segundos, lo suficiente para decir frases completas bien comprensibles por todos los presentes en el canal.
Era muy divertido identificar a las personas por la voz, y por la manera de hablar. Existían inclusive niños y abuelos que usaban estos radios para tener una experiencia diferente, lo que probablemente fue el precursor de los chats que conoceríamos en el futuro gracias al internet. Hasta algunas amas de casa lo utilizaban.
Existían algunos canales en estos equipos, que eran relativamente respetados para hacer únicamente transmisiones de emergencias o sucesos en los que podías pedir ayuda a Defensa Civil o a los bomberos si veías una desgracia ocurrir cerca de tu ubicación. Generalmente, se empleaba para eso la frecuencia del canal 7 o el canal 9, que casi siempre permanecían vacíos y con autoridades apenas a la escucha.
Los equipos de radioaficionados fueron muy útiles en algunos desastres naturales ocurridos en Venezuela en los años 80 y 90, ya que se podían reportar situaciones desde lugares en los que no había comunicaciones telefónicas, lo que era una gran ayuda para los rescatistas y bomberos.
Los equipos de transmisión tenían un costo accesible para algunas personas y la instalación no era muy complicada. Una antena exterior, un cable y un equipo con un micrófono como el utilizado por los policías.
Los usuarios usaban algo llamado "QRA" para identificarse, que no era otra cosa que el nombre de la persona, y un QRZ, que se trataba de un apodo o apellido por el que era más conocido. Lo normal para poder manejar estos equipos, era poseer un permiso emitido por el Ministerio de Comunicaciones, al que también llamaban como "indicativos" y consistía en un número radial que generalmente comenzaba por "5YX" o "5YV". Pero ante la falta de fiscalización en esa área, cualquier persona podía utilizar uno de esos radios para comunicarse con otras personas a grandes distancias sin tener que sacar los permisos legales.
Algunos jóvenes empleaban estos radios para conversar con grupos de amigos en línea, en este caso en la onda radial, y se juntaban a determinadas horas en uno de los canales disponibles, básicamente para "echar broma y pasar el rato".
Generalmente, los equipos disponían 40 canales, siendo uno de los más populares para ese entonces, el modelo Cobra 19 plus, o el General Electric. Aunque existía una gran variedad de marcas con mayores o menores características, pero los precios eran más elevados. Algunos equipos tenían algo llamado "canales laterales" en frecuencias específicas, con las que podían con personas a mayor distancia, pero debían tener equipos más potentes o "envenenados", conectar accesorios llamados "Lineales" que aumentaban la potencia de transmisión.
Las antenas también tenían una gran diversidad de nombres, formas y tamaños, ya que existían desde las "mosquitos" que eran simples antenas como las de radio común, pero más largas, las antenas "dipolo" que tenían un polo hacia arriba y el otro hacia abajo, las "pata de gallo" que no necesitan explicación, las bi-direccionales, las denominadas starduster, las antenas de bigote, las de tridente o tripolo direccionales, que más bien parecían antenas de TV pero de mayor tamaño, y muchas otras.
Para aumentar la distancia de envío y recepción de señales, había usuarios que instalaban enormes mástiles de varios metros de altura, con los que lograban incluso llegar a tener comunicaciones con países de Europa, cuando había buen clima.
En realidad, este chat popular de los 90, era efectuado en estos radios, que incluso venían en versiones portátiles que tenían mucho menor alcance, pero el suficiente para comunicarse de punta a punta de Caracas, por dar un ejemplo.
Algunas personas conocían a este medio de comunicación como Banda Ciudadana, ya que eran frecuencias que podían usar todos los ciudadanos libremente, otros lo llamaban 11 metros, u oncemetros, debido a que la longitud del cable que conectaba al radio con la antena, debía ser de 11 metros, o de la mitad de 11 metros, o del doble de 11 metros, por cuestiones técnicas.
Lo cierto es que estos equipos sirvieron para crear muchas amistades entre desconocidos, encontrar pareja y hasta formar matrimonios entre personas que apenas se conocían por la voz.
Cuando ya se generaba cierta confianza entre grupos de usuarios, se hacían reuniones llamadas "Antenazos" que eran efectuadas generalmente en restaurantes de comida rápida como Burquer King o heladerías como Crema Paraíso. Allí la gente que apenas se conocía por la voz, llegaba a conocer a sus interlocutores en persona, y se llevaban el "chasco" porque las voces que se escuchaban en la radio no tenían nada que ver con el físico de las personas, lo que producía un momento bastante divertido entre todos los presentes.
Con la aparición de los celulares y el internet a finales de los años 90, la radioafición dejó de tener esa magia que tuvo durante esos 30 o 40 años anteriores.
Les pedimos a nuestros lectores que si tienen imágenes de estos encuentros, nos las envíen a nuestro correo asieravenezuelaweb@gmail.com para publicarlas en esta misma nota y así recordar lo que fue ese pasado tan magnífico que tuvimos en la Venezuela próspera de los años 80 y 90.
YO TENIA MIS INDICATIVOS DE YV Y YX Y ES VERDAD LO QUE DISEN ALLI HAY MUCHA RAZON SOY RAFAEL PATIÑO
ResponderEliminarQué gran artículo, qué recuerdos tan increíbles de mi amada Venezuela. Yo me "conectaba" como "Poison" de los Palos Grandes, gracias a que mi amiga "Lady Madonna" de Sebucán tenía una radio en casa y me quedé fascinada. Conocí a excelentes personas en un ambiente muy sano y feliz. Ojalá pueda contactar con alguno...eso fue en 1993-1994-1995 aproximadamente. Un saludo cordial.
ResponderEliminarSaludos Kathy creo haber modulado contigo en algunas oportunidades por tu QRZ (Polisón), yo salía como lobo gris, y no recuerdo con precisión si te conocí en persona en los antenazos de plaza Altamira, que buenos tiempos aquellos, creo que era un medio de comunicación efectiva donde podías conocer personas y hacer buenas amistades, de hecho aun tengo contacto con amigos que hice por ese medio, es nostálgico recordar ese auge, creo tener algunas fotos de mi vieja cámara 35 mm de aquellos antenazos de Altamira, un abrazo Kathy y saludos respetuosos para todos y el respectivo 7351.
ResponderEliminarSaludos Kathy creo haber modulado contigo en algunas oportunidades por tu QRZ (Polisón), yo salía como lobo gris, y no recuerdo con precisión si te conocí en persona en los antenazos de plaza Altamira, que buenos tiempos aquellos, creo que era un medio de comunicación efectiva donde podías conocer personas y hacer buenas amistades, de hecho aun tengo contacto con amigos que hice por ese medio, es nostálgico recordar ese auge, creo tener algunas fotos de mi vieja cámara 35 mm de aquellos antenazos de Altamira, un abrazo Kathy y saludos respetuosos para todos y el respectivo 7351.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, mi estimado Lobo Gris, tal vez nos conocimos, espero que así haya sido. Efectivamente, muy buenos tiempos aquellos. Otro abrazo para ti y espero que te animes a compartir tus fotos, saludos amigo.
ResponderEliminarNa guará, que recuerdos, yo era "chester" de los naranjos,muchos buenos recuerdos,tanto de los antenazos, como las noches interminables hablando por radio .Hace ya varios años, me topé con Roberto el famoso Yuca de Cafetal. está igualito.
ResponderEliminarabrazos Kathy siempre conversamos .
Abrazos amigo ;)
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