El Merengue con Ópera
Desde hoy comenzaremos a recordar a los cantantes que visitaban Venezuela y nos dejaban marcados con su música. Hoy seguramente bailaremos al ritmo de un cantante que sin duda no has olvidado, ya que con sus canciones bailamos en muchas fiestas.
Se trata de Carlos Alfredo, un joven dominicano que un día, en los años 80, nos llegó con una propuesta musical interesante que nos contagió. Tuvo por lo menos 4 éxitos que pegaron mucho a lo largo y ancho de Venezuela, pero al igual que apareció, desapareció, y poco supimos de él.
Carlos Alfredo Fatule Guerrero nació en 1961 en La Romana, república Dominicana y se consagró como un cantante, actor y animador de muhco éxito. Se formó en canto y piano desde los 7 años y fundó sus propios grupos de rock y merengue cuando era adolescente. .
Luego estudió medicina, pero no completó sus estudios, sino que inició su carrera artística en 1983 como participante del Festival de la Voz y la Canción en Puerto Rico, donde obtuvo el primer premio. Más tarde se presentó como cantante en la emisora Tele Antillas hasta que Milton Peláez lo contrató para el Sabroshow
El primer matrimonio de Fatule fue con la presentadora Tania Báez. Una hija de este matrimonio, Techy Fatule, también triunfa como cantante y actriz.
Esta es apenas una pequeña parte de la historia de este merenguero, que nos animó tanto en esos años dorados, cuando ya se asomaba el tecnomerengue. Se inició en la televisión "en serio" como cantante baladista, en Teleantillas.
Fue Milton Peláez quien lo llevó a «Sabroshow» y comenzó a prepararlo como "show man". Había venido de La Romana, su ciudad natal, donde había recibido clases de canto, solfeo y piano desde los 7 años de edad.Allí había tenido sus propias agrupaciones musicales, desde grupo de rock, hasta orquesta merenguera. A los 16 años "picoteaba" bastante en el pueblo con su grupo «Somos nosotros». Se confiesa que fue ganado primero por el rock y después por el merengue del «Conjunto Quisqueya». En medio de las actuaciones había momentos en los que Fatule cantaba boleros o baladas.
Luego tuvo un papel principal en la zarzuela de Ernesto Lecuona «El cafetal», donde hizo el papel de El niño Alberto.
Carlos Alfredo Fatule se reconoce como un tenor ligero con buen registro. Ama la ópera y de estas algunas como «Por mon homme», de «La hija del regimiento», «La Boheme», «Questo cuella» y varias canciones napolitanas famosas.
Luego hizo «El merengue con ópera», un número que pegó en muchos otros países, otra vez gracias a Milton Peláez, quien dirige el show «Todo en uno» que se presenta en el Bar del Teatro Nacional los lunes a las 10:00 de la noche. Su papel en «Jesucristo Superstar» fue memorable.
Estudió medicina, especialidad que no concluyó y le hubiese gustado ser cirujano plástico. De hecho, durante un par de años fue ayudante de cirugía e instrumentista en la Clínica Gómez Patiño.
Los estudiantes de medicina se juntaban a cantar, y en una de esas ocasiones hizo un show completo y un amigo le invitó a que fuera al X Festival de la Canción y la Voz de Puerto Rico; allí ganó el tercer lugar como intérprete y la canción, compuesta por Félix Manuel Hermida, ganó el primer lugar.
De todos modos, Fatule no quería dejar su medicina y no quería ni siquiera escuchar a los de la televisión que se le acercaban con propuestas, hasta que Aquiles Durán le mandó un buen día un recado a su casa, para que fuera un lunes a Teleantillas.
Corría el 1984, el salario mínimo era de 60 pesos y el dólar estaba a 2 por 1. Cuando vio que por cantar dos canciones cada fin de semana se podía ganar 100 pesos, o sea, 400 al mes. Allí mismo se acabaron las reticencias. Ha llovido algo desde entonces, tanto que tiene dos hijas adolescentes, un matrimonio recién terminado y una vida que comienza de nuevo. En ese mismo tren de inauguraciones, el domingo pasado fue la premier de su nueva producción de televisión "VIP".
"A medida que me han ido cayendo estos pocos años, han ido variando muchos los gustos. El ímpetu va cambiando y vas adquiriendo un especial gusto por la calidad, en vez de la cantidad. Ya cada día se hace mucho más sencilla la necesidad de satisfacción, pero con mucha más calidad", confesó.
Es dueño de una filosofía de la vida según la cual cada día está mejor; nunca dice "estoy bien", si no "estoy mejor".Para él uno siempre está mejor el día de hoy que el día de ayer. Cada día pretende ser un artista mejor, un ser humano mejor, un padre mejor, un amigo mejor, un trabajador mejor.
"A mí lo que más me llena en el arte quizás es cantar, pero lo que más me gusta es estar tranquilo, casi de manera solitaria, con una buena compañía, con la satisfacción de que los que dependen de mí estén bien, contentos, felices y que sepan a dónde van", expresó con toda la experiencia de sus 43 años.
Felicitaciones amigo, en la década de los 80 disfruté hasta mas no poder con la Ópera transformada en merengue, saludos desde San Felipe Yaracuy-Venezuela en LOa Tierra de Mitos y Leyendas.
ResponderEliminarMil felicitaciones amigo que tiempo tan bonitos los que vivimos en la década de los 80 y 90 disfruté muchísimo y todavía los disfruto hasta que me Dios me los permita. Saludos desde Maracaibo estado Zulia
ResponderEliminarUn gran artista, lo mejor de el es que ahora le sirve a Jesús, el salvador desde hace muchos años. En el evangelio an sido su mejores días. Gloria a Dios.
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